Rosas sin espinas nunca ha de haber,
tal vez unas más delgadas que otras,
tal vez unas más, o menos dolorosas.
Fuego sin quemaduras nunca ha de haber,
tal vez unas más fuertes que otras,
tal vez ampollas más, o menos dolorosas.
Pero sólo así hemos de aprender,
a cortar rosas, a encender fósforos y fogatas.
Sólo así hemos de aprender,
a que hablar y actuar no es lo mismo,
a que las espinas pueden ser sacadas, y las ampollas curadas.
Sólo así hemos de aprender,
a cortar rosas, a encender fósforos y fogatas.
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